El amplio operativo que la tarde del martes desplegó la policía nacional en la plaza de Lavapiés se cerró con 27 detenidos, todos ellos por "infracción de la Ley de Extranjería", lo que se traduce en que la falta cometida por la práctica totalidad de esas personas sería la de encontrarse en situación irregular en España.

El dato proviene de fuentes oficiales que, sin entrar en más detalles sobre las detenciones, añadieron que en la misma actuación habían sido identificados 107 individuos, incautadas tres pequeñas armas blancas e inspeccionado tres establecimientos.

Fue a última hora de la tarde cuando al menos una decena de vehículos policiales y un número indeterminado de agentes cercaron inesperadamente la plaza de Lavapiés y procedieron a identificar a buena parte de las personas que se encontraban en el lugar en ese momento.

Distintos testigos presenciales cuentan que la policía sólo procedió a pedir la filiación a personas racializadas, lo cual carga de razones a los vecinos, asociaciones y organizaciones de derechos humanos -como Amnistía Internacional y SOS Racismo- que denuncian los controles por perfil racial que se practican con frecuencia en Lavapiés y que están considerados discriminatorios e ilegales.

La actuación policial del martes es muy similar a la efectuada hace unos días en la cercana plaza de Nelson Mandela. El proceder fue el mismo y su resultado: cinco detenidos, 90 identificaciones y registros en varios establecimientos.

Según publica el diario el Mundo, en el operativo de Nelson Mandela participó un centenar de agentes y las causas de las detenciones fueron: dos por carecer de permiso de residencia, una por tráfico de estupefacientes, otra por estar reclamado por la justicia a causa de un robo y una más por colaboración con un delincuente.

Ambas intervenciones policiales llegan en un momento en el que vuelven a sonar con fuerza quejas vecinales sobre el abandono institucional del barrio, un descontento cíclico que, actualmente, se está materializando en caceroladas de protesta cada tarde en ciertas zonas de Lavapiés y en la creación de una nueva asociación vecinal, al tiempo que crece a través de las redes sociales y de plataformas de mensajería que han dado pie a agrupaciones de vecinos organizados por calles.

Inseguridad, tráfico de drogas, ruido y suciedad son algunos de los viejos problemas de los que se vuelve a hablar en Lavapiés con tanta asiduidad como preocupación. En lo que respecta a los dos primeros problemas, en el citado artículo de el Mundo sobre la actuación en Nelson Mandela se decía que el objetivo de la operación policial había sido mandar una doble mensaje: "por un lado, en señal de amparo a los vecinos y, por otro, a los maleantes, advirtiéndoles que van a ser, a partir de ahora, mucho más vigilados".

Echemos la vista atrás. Retrocedemos dos años hasta situarnos en septiembre de 2023. El día 8 de ese mes, en respuesta a las quejas vecinales por "un repunte de hechos delictivos" en Lavapiés -según la vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias de Madrid, Inmaculada Sanz-, se procedió a realizar una redada muy parecida a las llevadas a cabo estos días.

En las plazas de Nelson Mandela, Lavapiés y La Corrala, un dispositivo de 100 agentes identificó a 200 personas, deteniendo a dos por un delito contra la salud pública y a otras siete por infracción de la Ley de Extranjería.

Una semana más tarde, el 14 de septiembre de 2023, una nueva redada en Nelsón Mandela, Arturo Barea y Lavapiés acabó con 11 detenidos por menudeo de drogas y, de nuevo, por infracciones de la Ley de Extranjería.

El paralelismo de las dos actuaciones de 2023 con las de estos días resulta más que evidente. También lo son sus resultados. Podríamos concluir que se trata de acciones más efectistas que efectivas, realizadas al calor del incremento del malestar vecinal y con un acusado perfil racial.

Decía Inmaculada Sanz en 2023, en declaraciones recogidas por Europa Press, que aquellas redadas no iban a ser una intervención puntual, "sino que se va a seguir teniendo una presencia policial muy importante en esa zona hasta que consigamos erradicar esas situaciones delictivas".

Es posible que dentro de otros dos años volvamos a informar de otro par de operaciones policiales más del mismo corte que las que se acaban de producir.