Foto: Google Maps
María Candelas Logrosán llegó a Lavapiés con 19 años y desde entonces vive en el barrio. Este martes, con 70 años y enferma de alzheimer, iba a ser desahuciada del piso situado en Mesón de Paredes 39, propiedad de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS), en el que vive de alquiler desde hace más de 35 años. La razón, una deuda de, aproximadamente, 15.000 euros que arrastra y a la que no puede hacer frente, según cuenta a xLavapies.com una de sus hijas.
Y si decimos que "iba a ser desahuciada" es porque, según ha podido saber este periódico de fuentes de la EMVS, el alzamiento ha sido suspendido, sin que la empresa municipal haya dado más información al respecto "por protección de datos".
De tal suspensión la familia de Candela no tiene por el momento constancia, circunstancia que ha motivado que no se desconvoque el llamamiento que desde el entorno de la mujer se había hecho a los vecinos del barrio para que este martes acudan al domicilio de esta vecina, desde las 9 de la mañana, para protestar y tratar de parar la actuación judicial.
En precario
Las hijas de Candela no se fían. "Hasta que no pase mañana no estaremos tranquilas", afirma una de ellas, quien también asegura que fue a través de la asistenta social de su madre por quien se enteraron hace unos días de que pesaba contra ella orden de desahucio y que, hasta el momento, no les ha indicado lo contrario.
Junto a Candela vive una de sus hijas, que actualmente se recupera de un ictus y carece de ingresos, y dos de sus nietos, de 16 y 10 años de edad. Su otra hija cuenta a xLavapiés que por la enfermedad degenerativa que padece su madre no es consciente de la amenaza que se cierne sobre ella y que temen el efecto que sobre su salud pueda provocar si finalmente se consuma un posible desahucio que, al menos, no se materializará este martes.